

Esta pobre cachorra vive en un balcón. Su familia se ha quedado sin viviendia y han tenido que refugiarse en casa de unos los familiares que no admiten a Laika.
La tienen día y noche, desde hace meses, en un pequeño balcón sin apenas espacio, esperando que le encontremos una casa de acogida, o mucho mejor, una familia con quién compartirlo todo.
Es una perrita encantadora, de tamaño medianito.