
Sweety fue encontrado en un campo, con una cuerda rota al cuello.
¿Será un regalo de Navidad que ya no hace gracia? ¿Un desecho que ya no sirve para el negocio o la caza?
Quién sabe...
Lo que si está claro es que Sweety no fue acostumbrado a los mimos y caricias de una familia. Los ha descubierto con nosotros y ... ¡¡¡ Le gustan mucho !!!